El basural a cielo abierto mas grande del país queda en Luján. Ocupa 12 hectáreas, el equivalente a 120 canchas de futbol. Le dice “La Quema” y en él se vierten 120 mil kg de basura por día.
A pesar del olor, las ratas, el humo, las moscas y los bichos, 163 personas viven, trabajan y comen en el basural. Nacieron allí y dicen que morirán allí también.
Algunos arrancan temprano a la mañana y revuelven las montañas de basura volcada durante la noche. Separan cartones, chatarra y ropa. Otros, hacen guardia en la entrada y esperan que llegue un camión. Apenas pasa el umbral se suben sobre la marcha y ya van separando antes de que se vuelquen los residuos. Se juntan de a dos o de a tres para separar mas rápido y después se reparten la plata de lo que vendieron.
Todos viven en Los Santos, el nombre con que se conoce al grupo de barrios que están alrededor del basural. Muchos heredaron el oficio, sus padres reciclaban en “La Quema” y ellos los acompañaban a su trabajo. Ahora les toca a ellos.
Mas allá del olor, la mugre y los bichos, los vecinos de Los Santos sufren problemas respiratorios debido a que durante mucho tiempo, y aun hoy, se quemaba la basura para reducirla. Esa gente creció respirando ese humo tóxico y luchando para buscar una solución urgente a sus necesidades.
El consejo deliberante de Lujan finalmente aprobó la donación de 4 hectáreas municipales para sanear el basural, abrir un relleno sanitario y una planta de tratamiento de residuos. Para poder llevar adelante el proyecto cuentan con un crédito otorgado por el BID por 10 millones de dólares.
Comentarios