El 31 de agosto de 1999 a las 20:54, el Boeing 737 del vuelo 3142, con destino a Córdoba, se estrelló frente a Aeroparque.
65 víctimas fatales, 34 heridos. Dos condenas leves y una causa que prescribió.
Con el correr del tiempo, se probó que los pilotos no configuraron la aeronave como debía ser. Pese al sonido ensordecedor de la alarma de advertencia.
Fue una fatalidad, no un accidente ya que hubo una sucesión de errores.
Para la justicia la ecuación fue más que simple. La relación económica financiera llevó a LAPA a resignar la seguridad de su pasaje.
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