El trágico incidente se registró en Lipovetsky, en Ucrania. La madre de la niña, Snezhana, se acercó a ver a su hija Alexandra, a quien había dejado en el patio trasero de su casa, mientras hacia las tareas domésticas. Encontró a su hija asfixiada y no respiraba.
Cuando la joven de 22 años llegó donde estaba su bebé, vio que uno de los felinos domésticos de la familia estaba sentado en el pequeño rostro de la criatura. Luego el gato saltó y salió del cochecito, la bebé aún estaba tibia, pero se encontraba inconsciente.
Inmediatamente Snezhana se comunicó con los servicios de emergencia, quienes enviaron a los paramédicos y una ambulancia, pero a pesar de todos los esfuerzos del cuerpo médico, la pequeña Alexandra no pudo ser reanimada.
Halyna Zakharchuk, la especialista de la aldea que atendió a la niña, dijo: “Había un olor a leche, un lugar cálido, el gato entró al cochecito para calentarse. La bebé estaba bien vestida, tenía los brazos abiertos. Cuando llegamos, la bebé aún estaba tibia”.
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