Como si fuera un aviso clasificado, una publicación en Facebook que ofrecía quedarse con una bebita llamó la atención de Carolina Backer, una mujer de 47 años de Villa Giardino que nunca había podido quedar embarazada.
La publicación fue a fines del año pasado, cuando transcurrían las primeras semanas de gestación y la madre biológica, Daiana Fazio de 26 años y residente en la localidad bonaerense de Carlos Spegazzini, ofrecía quedarse con la bebita que nacería a principios de mayo de 2020 a cambio de una suma de dinero a negociar.
El contacto entre las dos mujeres se mantuvo durante todo el embarazo, meses en los cuales Carolina fue desembolsando sucesivas sumas de dinero que, según su padre Juan Backer, “alcanzó los 500 mil pesos”, y a los pocos días de nacer, la bebita fue trasladada a Villa Giardino.
Sin embargo, los padres biológicos -Daiana y su marido Gustavo Ugarte, de 46 años- concurrieron a denunciar el robo de la beba, aduciendo que la mujer de Villa Giardino se había ofrecido a ser la madrina de la bebita y que, cuando se habían reunido en cercanías de la estación de trenes de Cañuelas, en la esquina de Alem y Libertad, subió con la pequeña a una camioneta y partió rumbo a Córdoba en un momento que la madre biológica había ido al baño.
La inconsistencia de la denuncia derivó rápidamente en que admitieran que habían vendido a la bebita, e inmediatamente el fiscal de Cañuelas, Lisandro Damián Damonte, ordenó la búsqueda de la beba a sus pares de Córdoba, causa que recayó en la fiscal de Instrucción de Cosquín, Jorgelina Gómez.
Ayer finalmente una comisión policial concurrió a la casa donde Carolina Backer vive con su padre, en la calle Los Álamos de Villa Giardino, donde rescató a la bebita y procedió a la detención de la mujer. La imputación es por “tornar incierta la identidad” de la beba.
Su padre dio detalles de la negociación, afirmando que la madre biológica “exigía dinero mensualmente supuestamente para pagar el alquiler, siempre bajo la amenaza de no entregar a la bebita, y durante siete meses se le pagó regularmente”
“Incluso hicimos que viniera hasta La Falda para hacerse algunos estudios ginecológicos porque nunca había tenido siquiera un control del embarazo”, afirmó Juan.
“Sabíamos que eso no se puede hacer, pero mi hija estaba desesperada por tener un hijo: nunca pudo quedar embarazada y tampoco logró adoptar una criatura”, sostuvo.
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