Con tan solo 14 años, Julio Argüello comenzó a transitar las calles de la zona sur repartiendo diarios. De a poco, fue cosechando clientes, amigos y un centenar de anécdotas. Desgraciadamente, en abril pasado, un sujeto ingresó hasta su casa de barrio California y tras robarle lo mató.
Quienes lo conocían, lo recordaron entre lágrimas, en especial por conmemorarse dentro de las efemérides, el día del canillita.
"Lo recordamos siempre, lo tengo en mi corazón siempre, fue como un hermano", contó a Telefe Noticias uno de sus amigos.
Tras la muerte de Julio, el kiosco cerró sus puertas, sin embargo, sus seres queridos harán un monolito en su honor.
Fotografía: Jean Andrés
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