Conversamos con la Lic. Liliana González la importancia de pensar en el "trabajo educativo" desde la infancia: Una juventud que reconozca y se sienta parte de una cultura del trabajo, estimularlos y motivar a los más chicos a ser responsables con sus clases y tareas, ayudarlos a desarrollar su autonomía y disciplina para cumplir con sus responsabilidades escolares.
"Al mundo del trabajo llegan adolescentes y jóvenes, no llegan niños, o no deberían llegar, el único trabajo de la infancia es jugar y aprender"
Entender la infancia y los aprendizajes como un trabajo, caminar, hablar, jugar, imaginar, sociabilizar. Aprender es un desafío que nos obliga a pensar el proceso que están realizando nuestro jóvenes y niños, el desarrollo de habilidades resolutivas, el reconocimiento ante cada logro o un camino que les permita ser autónomos para afrontar el futuro laboral provistos de las herramientas que les demandará el mercado más allá de los aprendizajes académicos o técnicos.
"Es tan importante que pensemos en el trabajo desde la infancia los mas autónoma posible, que sepan los que es equivocarse, frustrarse, esperar, esforzarse y la alegría cuando han aprendido algo y en algo les ha ido bien. Son esos chicos los que después nos sorprenden en el mundo del trabajo, los creativos, los que no quieren un empleo rutinario. Son los que arman sus propios negocios, emprendimientos..."
Liliana en el cierre de su columna enfatiza la demanda del ciclo secundario finalizado en la oferta de empleo, para que reflexionemos, la razón: "en la escuela los chicos aprender a trabajar, a trabajar con otros, a debatir, a tomar decisiones y fundamentalmente a soñar y armar un proyecto de futuro. Incentivarlos a encontrar aquellos que los apasiona y en lo que son talentosos y que les permitirá desarrollarse y crecer"
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