Portada  |  20 marzo 2020

Liliana González: coronavirus, cuarentena y la convivencia en el hogar

La psicopedagoga columnista en Telefe Noticias ofrece algunos consejos para ayudar a los padres a sobrellevar el gran desafío de educar a los niños de manera remota durante la cuarentena del coronavirus.

Columnistas

Aunque la tecnología pueda facilitar la distribución de material y el vínculo recíproco entre docentes y alumnos durante el período de cuarentena por el coronavirus, la educación remota aún supone un gran desafío. Así lo entiende la psicopedagoga Liliana González (MP 130212), columnista en Telefe Noticias.

Ya pasadas los primeros días de la suspensión de clases, se espera que los niños hayan ido entendiendo el mensaje de que este período lejos de la escuela no supone vacaciones, sino una circunstancia excepcional por la cual deben continuar con sus actividades.

En caso de que aún no hayan logrado entenderlo, es momento de que los padres se pongan manos a la obra y que, haciendo uso del material que los propios docentes están distribuyendo entre los alumnos, generen el espacio en el día para que sus hijos continúen con su educación a distancia, para asegurarse de que no se atrasen durante la cuarentena.

Para ello, Liliana ofrece algunos consejos de cómo lograr la estructura necesaria para que el hogar replique a las instituciones educativas mientras sea necesario:

1- Crear el espacio físico para la realización de actividades escolares: “No voy a decir un aula, porque es imposible, pero un lugarcito tranquilo en el que no esté la pantalla, no esté la tele, y que no circule demasiada gente para que puedan hacer la clase”, detalla Liliana.

2- Generar el tiempo específico en el día para la realización de tareas escolares: “El tiempo hay que hablarlo con ellos, hay que situarlo y hay que ser firmes con eso”, asegura Liliana, “yo recomiendo a los papás que sea a la mañana, que es cuando los chicos tienen más energías para aprender”.

3- Es importante no hacerles sentir que se trata de “deberes”, sino efectivamente, de la sustitución de la clase que no se está pudiendo llevar a cabo de ese modo.

4- Es necesario que la figura del docente esté presente en la casa, aunque la encarne el padre o la madre de los niños. He ahí el desafío más grande: Ninguno de ellos está entrenado en la tarea de dar clases; quizás carecen de los conocimientos didácticos o la paciencia para explicar al niño. “Ahí hay que recurrir al amor, hay que recurrir a la tolerancia hay que recurrir bastante al humor y a la firmeza”, asegura Liliana.

“Sé que no es fácil para los adultos, porque a los adultos también se nos ha cambiado la vida”, sigue Liliana, y aunque los tiempos sean difíciles, por la incertidumbre, el cambio de rutina, los problemas económicos; “es importante que los niños sientan que es la clase que la maestra les manda, que no es que los papás inventaron esto, es la maestra”.

Como herramienta adicionales, Liliana recomienda el sitio del Gobierno Nacional “Seguimos educando” y la programación de Paka Paka para los niños y adolescentes en situación de aislamiento.

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