Pablo Sanchez, sufrió el asalto el 13 de julio por parte de dos pasajeros en el barrio Villa María de la ciudad sureña, en el que un disparo le dañó la médula y lo dejó en silla de ruedas.
Próximo a cumplirse 4 meses de aquella noche, asegura que no conoce a sus atacantes y que no le robaron nada. Cree que el disparo asusto a los delincuentes y que por eso huyeron. Agradece a la justicia por la celeridad, para poder dar con los responsables.
Además comenta que no quiere estar presente en el juicio, "porque no sabe cómo va a reaccionar".
Mirá la emotiva historia de un sobreviviente.
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