Jillian Johnson y su esposo habían tenido un hijo hace unos cinco años y de la alegría pasaron a la tristeza en segundos.
Según indica Telemundo, el pequeño Landon había nacido por cesárea y cuando lo tuvo en sus brazos por primera vez Jillian siguió las recomendaciones de doctores, expertos y de todo lo que había leído, e inmediatamente se lo “pegó” a su pecho.
El primer día estuvo nueve horas “amamantándose” y cuando lo quitaban de su lado de inmediato se ponía a llorar. El niño perdió el 10% de su peso en las primeras 24 horas, pero los médicos le dijeron que eso era algo “normal”, apunta ABC.
A los dos días ambos fueron dados de alta, pero a las 12 horas de estar en su casa, el niño sufrió un paro cardíaco. Los padres lo llevaron de inmediato al hospital, no entendían lo que estaba pasando y luego de varios días Landon no pudo seguir dando pelea y falleció.
El pequeño vivió pegado al pecho de su madre, pero nunca pudo tomar leche y lamentablemente falleció por deshidratación.
Jillian sabía que sufría de síndrome de ovario poliquístico, que puede provocar problemas para producir leche, pero la joven nunca se percató que su hijo no se estaba alimentando.
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