Durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania estuvo a la vanguardia con la construcción de tanques que generaban temor en las líneas aliadas.
Adolf Hitler emprendió un proyecto descomunal, la construcción de un mega tanque de guerra, conocido como P. 1000 Ratte (Rata).
"Este gran vehículo blindado (grande se queda pequeño), tenía que cambiar el rumbo de la guerra gracias a su poder de fuego y a su tamaño. Este fue diseñado sobre el papel, puesto que llevarlo a producción hubiera supuesto un gran coste para la Alemania de Adolf Hitler, que para 1943 comenzaba a flaquear en algunos campos. El P. 1000 pesaba más de mil toneladas y tendría una tripulación de al menos de cuarenta hombres", se detalla en la publicación española que reflotó el tema.
El monstruo de la ingeniería alemana llevaría dos cañones de 280 milímetros, que nunca en la historia han sido instalados en algún tanque por su gran peso, según el artículo. No obstante, el P. 1000 Ratte fue finalmente uno de esos megadiseños nazis que nunca vieron la luz, debido a su alto costo de producción para la mermada economía de esa nación europea y otros detalles de movilidad y eficiencia.
"De hecho, los ingenieros a cargo habían previsto usar una planta propulsora múltiple, conformada por 8 motores de 20 cilindros cada uno, provenientes de las lanchas torpederas Daimler-Benz MB501. Otra alternativa era utilizar 'solamente' dos motores MAN V12Z32/44, típicamente empleados para mover submarinos. Estos motores, alimentados por gasóleo, podían proporcionar una potencia comprendida entre los 16.000 y 17.000 caballos vapor cada uno", se detalla.
Además, su velocidad máxima hubiese sido cercana a los 20 kilómetros por hora, algo que supondría una debilidad ante los bombardeos de los aliados: "Y su autonomía sería relativamente corta debido a la gran cantidad de combustible que consumiría su planta motriz".
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