Por Adriana Sandro*
“Hay una enorme crisis en las familias. Los padres están desorientados sobre cuál es su rol y función. Dejan hijos huérfanos con padres vivos”, afirmó este lunes la consultora psicológica Analía Forti en Buen Telefe.
Es recurrente durante estos últimos años escuchar que un joven de 18 años es chico. Celebramos que un cachetazo ya no sea un recurso para criar a nuestros hijos. Pero los padres, ¿somos capaces de ponerles límites? ¿Por qué les permitimos absolutamente todo? ¿Les enseñamos también códigos?
Es común escuchar entre los padres de adolescentes: “No puedo más con él”, superados y agotados ante el conflicto.
No se entiende que sigamos criando a un joven de 18 años como si fuera un niño. ¿Por qué le seguimos permitiendo ciertas licencias? ¿No queremos incomodar a nuestros hijos o no queremos incomodarnos a nosotros mismos?
Si a los 18 años, los jóvenes ya tienen novia -con todo lo que eso significa-, pueden votar, trabajar, salir de noche, tomarse el colectivo, gastar plata e inclusive viajar solos dentro del país y al exterior. ¿Por qué insistimos en que son chicos?
La educación empieza por casa
Los adultos necesitan reflexionar sobre los valores humanos que transmiten a sus hijos más allá del atravesamiento de la tecnología y las redes sociales.
Debe estar bien claro que los padres son la primera ley. Por supuesto que pueden decir que no, aunque sea difícil.
La palabra, el diálogo, los límites y los abrazos siguen siendo fundamentales en la relación filial, que justamente su característica es la de ser “filial” y no de amistad.
“Estamos ante una crisis de valores", resaltó Forti.
"Si los padres quieren ser amigos de sus hijos y dejar de confrontar, no están cumpliendo con la tarea de padres”, sostuvo Forti durante la entrevista.
Incapacidad para ser individuos
El contagio social despliega en cada persona la poderosa influencia de los demás: imitamos al grupo como hipnóticos sin un pensamiento autónomo, no tomamos decisiones propias, sino inconscientes de nuestros referentes para evitar ser excluidos. Queremos evitar el miedo que nos provoca no pertenecer a un grupo.
Al reflexionar sobre el porqué de la agresión en grupo, la Lic. Forti revisó el error de ese contagio social que desdibuja personalidades y deja atrás los códigos sociales con los que los jóvenes fueron educados en sus senos familiares y en instituciones como la escuela o el club.
"Se trata de la vivencia de la impunidad propia de la adolescencia", destacó la psicóloga Forti en Buen Telefe. Y se preguntó: "¿En qué estado estaban funcionando esas mentes (al momento de la brutal agresión a Fernando Báez Sosa)? ¿Qué es lo que se está permitiendo en las familias?", planteó la consultora psicológica.
Las previas del terror
Las denominadas "previas" incluyen consumo de alcohol en jarras “locas” que mezclan inclusive medicamentos que se suministran bajo receta médica.
Según datos aportados por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), el 50% de los estudiantes menores de 14 años ya lo probó y se conocen -cada vez más- casos de inicio de consumo de alcohol a partir de los 11 años.
"Cuando uno habla con los padres, ve que están angustiados por las noches, la previa, el alcohol. Hasta ahora, lo que se ha hecho es tapar todo con parches. Hemos observado que la violencia ha sido el agravante generalizado en la tipificación en los delitos comunes", argumentó el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que los patrones de consumo de alcohol más altos en Argentina se dan en los adolescentes de entre 15 y 19 años. El Informe Mundial sobre Alcohol y Salud del año 2018, midió la "prevalencia de episodios de alto consumo" en los jóvenes argentinos que consumieron 60 gramos o más de alcohol puro al menos una vez en 30 días. Los resultaron arrojaron que los varones mayores de 15 consumieron en promedio 20,1 litros por año, mientras que las mujeres, 7,2 litros.
El Ministro bonaerense agregó en sus declaraciones que: “El aumento del consumo de alcohol no es algo que sucede solamente en la costa. En muchos casos, el significado de juntarse parece ser solamente tomar. Los jóvenes han tomado por costumbre alcoholizarse antes de salir a bailar".
No es un deja vú. Lamentablemente, es “una historia que se repite”.
¿Superioridad?
“El tema de la superioridad física es una cuestión del machismo que atraviesa nuestra cultura. 'A nosotros nadie nos toca -piensan los jugadores de rugby-, somos intocables'", señaló la Lic. Forti.
Durante el móvil de Telefe Noticias, la tía de Fernando invitó a la reflexión: “Que todos los padres reconsideremos cómo estamos criando a nuestros hijos, nadie es más que nadie”.
Además, la falta de valores fue evidente: "No tuvieron compasión. Y es claro verlo porque la compasión es un valor. Los valores se construyen y se sucede en la familia: la capacidad del límite y de poder frustrarse ante el no", afirmó Forti.
Castigo
"Cuidado porque los victimarios también son víctimas: van a perder su libertad”, concluyó Forti en Buen Telefe.
* Adriana Sandro es periodista en Telefe Noticias y Lic. en Psicología - MN 53315
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