Portada  |  03 diciembre 2020

El quincho de D10S en lo del "Negro" Enrique

Miguel Bossio visitó el altar en honor a Diego Maradona de Héctor Adolfo Enrique, campeón del mundo del 86.

Deportes

En Burzaco hay un altar a Maradona que no es cualquier altar. Lo hizo hace mucho tiempo un hombre que no es cualquier hombre. Héctor Adolfo Enrique, campeón del mundo del 86, compañero de Diego.

Lo conocí bien, tuve el honor de ser su amigo y debo ser la persona que más amó a Maradona”, dice el Negro Enrique. Y lo dice con humildad, antes de mostrarle a Telefe Noticias lo que él llama “El paraíso”.

Se refiere al quincho que tiene en el fondo de su casa. No es su quincho, asegura: “Es el quincho de Diego Maradona”. Todo lo que hay allí en ese lugar sagrado para él remite al amigo que ya no está. Bien podría llamarse “El quincho de Dios”. La decoración, plagada de fotos, posters y banderas sobre Maradona, no es de esta última semana. “Siempre, desde que vivimos en esta casa, tuve este quincho dedicado a él, el tipo que más felicidades nos dio a los argentinos. Lo digo como ex compañero y como amigo”.

Las imágenes, colgadas prolijamente en la pared, giran todas alrededor de Maradona. Sólo en algunas aparece Enrique. Con Diego en unas Navidades. Con Diego y la Copa. Diego y Rodolfo, el papá del Negro. Diego y los hijos del Negro. Una réplica de la Copa del Mundo que Diego no aceptó y se la dejó a él porque “va a estar en buenas manos”.

En este quincho Enrique se enteró de la muerte de su amigo en ese fatídico mediodía del 25/11. En este quincho, después de haber ido al velorio y haberle agradecido al oído, lo lloró dos días seguidos sin salir. En este quincho es donde ahora va, se sienta y le habla. Y le reza… En medio de tanto D10S, aparece un cuadro con el auténtico Jesús. Una enorme bandera argentina tiene leyendas escritas a mano con fibrón por el propio Negro Enrique: “Maradona es el más grande del mundo”, “Diego, la familia Enrique te ama” o “Nadie es más honesto que D10S”.

El ex volante de la selección campeona del 86, el que se jacta de haberle dado el pase para el fenomenal gol a los ingleses, está dolido con el último entorno de Maradona. “Con Maradona nos amábamos y nos hacía mucho bien vernos y charlar, pero en el último tiempo, cuando yo le mandaba un WhatsApp, enseguida me bloqueaban el teléfono. Y obvio que no era Diego. La última vez que nos juntamos fue hace un año y medio. Me llamó y largué todo lo que estaba haciendo para ir a verlo”.

Como buen amigo, está apenado por la forma en que murió el ídolo: sólo, triste, con un baño químico… “Si sabía me lo hubiese traído acá al quincho, a su quincho. ¿Sabés cómo lo hubiésemos cuidado acá?“. Lo dice alguien que, para el día del amigo y para no molestarlo, no lo llamaba a Diego: era Diego el que, muchas veces, lo llamaba a él para decirle Feliz día…

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