Una madre demandó a los cinco novios de su hijo luego de que este perdiera la vida tras ser obligado a inyectarse silicona en los testículos como un acto de culto el cual realizaba desde el año 2014, hecho ocurrido en el condado de King Washington, en Australia.
La madre identificada como Linda Chapman y junto a su hijo Ben Chapman presentaron una demanda formal ante las autoridades del condado de King, en el mes de septiembre, por la muerte de su hijo identificado como Jack Chapman, de 29 años de edad, quien falleció en octubre del pasado año 2018 a consecuencia de una embolia pulmonar.
Según indicó la madre, su hijo fue manipulado por el grupo de hombres que lo indujeron a realizar el proceso de inyecciones escrotales con la finalidad de incrementar el tamaño de sus testículos y de cambiar su físico con esteroides.
El joven estaba involucrado en una relación poliamorosa, maestro esclavo, siendo un cachorro sumiso del grupo “Sixtet”, mientras que Dylan Hafertepen actuó como el maestro dominante, indicó la madre.
Para permanecer en el grupo, Jack, cambió legalmente su nombre a Tank seis años después de la relación, alteró la forma de su cuerpo e incluso se mudó a otros países para quedarse con el musculoso y tatuado Dylan.
Los Chapman buscan daños punitivos y planean batallar las disposiciones de un testamento revisado que deja el dinero de Tank con Dylan, y no con su familia.
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