Priscilla Bailey fue a una tienda en su ciudad natal en Massachussetts, Estados Unidos, para buscar adornos para la Navidad. Encontró un adorno que le gustó en aproximadamente 2 dólares. Este adorno brillaba cuando lo sostenía contra la luz y había algo de la forma en que brillaba que hizo que lo comprara.
El corazón azul cuelga sobre la bacha de su cocina, así que todos los días Priscila podía ver que el adorno brillaba de forma especial y tenía algunas figuras finas y complejas, como ángeles.
Cuando Priscilla comenzó a ver más de cerca con luz, se dio cuenta de que podría tener algo adentro. Al moverlo para observarlo mejor, sintió que algo se movía dentro del adorno.
Esta mujer de Massachussetts notó que el adorno tenía polvo en su interior. En ese momento Priscilla supo que probablemente tenía la urna de los restos de alguien. Por eso decidió, junto a su hija, publicar la información en las redes sociales para encontrar el dueño.
Si bien tuvo miedo cuando se dio cuenta de lo que tenía, pronto empezó a pensar en la familia que probablemente perdió la urna y el sentimiento que los dueños tendrían por la persona dentro de él.
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