"Ella estuvo embarazada más de cuatro meses. Me habían dicho que el período de gestación de los gatos es de tres meses. Llegamos a pensar que estaba castrada porque nunca daba a luz", contó Stefanía a Crónica.
Y añadió: "La gata tuvo dos crías. La primera salió deforme y la propia madre se la comió. Al segundo lo pudimos rescatar a tiempo".
"Pero ya tiene una semana y todavía no sabemos si es macho o hembra. Tampoco podemos darnos cuenta de a qué raza se parece más", dijo Stefanía, quien definió: "Para mí es gatoperro".
Como si la curiosidad no fuera suficiente, la mujer contó que el perro se mudó a su vivienda, con la condición de quedarse en el patio porque "cada vez que ve a la gata, la quiere agarrar de nuevo".
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