Ayer se conocieron las nuevas medidas de flexibilizaciones de algunas actividades dispuestas por el gobierno provincial que tendrán vigencia hasta el 2 de julio próximo y los deportes grupales al aire libre, como el fútbol, no están autorizados.
Esta realidad ya fue experimentada durante ocho meses en el año 2020 y en plena segunda ola parece que el esquema se repite. Los propietarios de complejos deportivos sienten que están asfixiados y cuestionan que no son escuchados por la autoridad de aplicación.
Según los integrantes de la Cámara que los agrupa con las restricciones del año pasado cerraron el 30 por ciento de los complejos habilitados y aseguran que si esta situación persiste otro 20 por ciento tendrá que poner candados en sus predios.
Cuestionan además que mientras los complejos habilitados están impedidos de abrir hay cientos de canchas clandestinas donde se juega a la pelota y nadie los controla.
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