Portada  |  15 octubre 2019

Entre rejas, motines y la dictadura, la cárcel de San Martín ya es monumento histórico

Hoy se publicó el decreto que declara el edificio y todo su predio como Monumento Histórico Nacional. Fue cerrada en abril de 2015 y el Gobierno provincial proyecta un parque urbano y de la memoria. En 1976 fueron fusilados 29 presos políticos detenidos allí por la dictadura.

Córdoba

La Penitenciaría del barrio San Martín es oficialmente declarada Monumento Histórico Nacional , tras la publicación de hoy en el Boletín Oficial , el decreto firmado por el Presidente Mauricio Macri . Allí se instala la Comisión Nacional de Monumentos para realizar las inscripciones correspondientes para preservar el edificio y su entorno

Según lo previsto desde el Gobierno provincial , esta declaración ya estaba contemplada en el momento de hacer el proyecto de un parque urbano , de modo que no interfiere con las obras allí planificadas .

El edificio fue construido en 1886 por el arquitecto Francisco Tamburini  -el mismo que diseñó el Teatro del Libertador , el Hospital de Clínicas , la sede del Banco de Córdoba y la Casa Rosada - y fue la primera infraestructura penitenciaria de su tipo en el país. 

Durante sus casi 130 años de actividad como establecimiento penitenciario fue escenario de hechos trágicos como el fusilamiento, entre marzo y octubre de 1976, de 29 presos políticos durante la última dictadura militar.

Según se detalla en el informe Nunca Más,  “Con una orden firmada por el Gral. Juan Bautista Sasiaiñ, el 11 de octubre de 1976 el Teniente Primero Nicolás Neme retiró de la cárcel a los detenidos Florencio Díaz, Pablo Balustra, Jorge García, Miguel A. Ceballos, Oscar H. Hubert y Marta González de Baronetto. Todos fueron fusilados a las pocas cuadras de la cárcel".

En 2005, un intento de fuga se convirtió en un sangriento motín que se extendió durante 24 horas y dejó ocho víctimas fatales: un policía usado como escudo humano, dos guardiacárceles y cinco reclusos.

A fin de 2007, fueron condenados 23 presos responsables de la fuga y el motín -con sentencias entre 7 y 17 años de prisión- y uno resultó absuelto.  

Tras el cierre como penitenciaría en 2015 , el predio está destinado a convertirse en un parque urbano , preservando las construcciones y espacios con valor histórico

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