"Atención familias: no hay actividad hasta nuevo aviso por robo, las seños", expresa en cartel escrito al lado de la puerta cerrada.
El fin de semana pasado fue la cuarta vez que la Sala Cuna del barrio fue literalmente saqueada.
Allí concurren casi 50 chicos, alguno de los cuales reciben la única comida con que cuentan en el día.
Los ladrones se llevaron hasta la garrafa de gas, lo que impide que las encargadas puedan dar de comer a los pequeños.
Estas instituciones, reciben niños hasta los tres años; principalmente de madres jefas de hogar, profundamente afectadas por la crisis económica.
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