Portada  |  30 marzo 2020

Cerca de 15 médicos y profesionales de la salud cordobeses llegan tras un vuelo especial desde Europa

Quedaron varados mientras hacían capacitaciones profesionales o congresos en distintos países europeos y ahora regresan para sumarse al trabajo contra el coronavirus. En ese grupo regresan las kinesiólogas María Belén Bernadó –del Hospital de Niños- y de Eilin Gisinger –del Hospital Córdoba- cuya situación por estar varadas en Barcelona publicamos el pasado viernes.

Córdoba

Un operativo coordinado desde Suiza para repatriar médicos y profesionales argentinos que estaban varados en Europa llegó a feliz término y entre ellos hay unos 15 cordobeses a punto de arribar la ciudad de Córdoba.

Son parte del grupo Médicos Argentinos Varados en el Exterior (En Twitter: @MVarados), unos 300 profesionales de la salud que estaban en distintas instancias de capacitación en varios países. Anoche llegaron a Ezeiza 121 profesionales de la salud desde Europa gracias a un vuelo que iba a llegar vacío a la Argentina para repatriar ciudadanos suizos y que fue aprovechado para que retorne al país personal médico necesario para afrontar las etapas que siguen en la pandemia por el coronavirus.

Dos casos presentados el viernes pasado por Telefe Noticias Córdoba son los de María Belén Bernadó y Eilin Gisinger, kinesiólogas residentes del Hospital de Niños y Hospital Córdoba, respectivamente. Ambas se capacitaron en kinesiología respiratoria en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, pero quedaron impedidas de volver tras el cierre de los vuelos internacionales.

Ahora ya están camino a Córdoba, para ponerse a disposición en sus respectivos hospitales, luego de que cumplan la cuarentena por 14 días como toda persona que arriba al país proveniente de países con alta circulación del virus.

En diálogo con Telefe Noticias Córdoba, Bernadó demostraba su satisfacción por volver a Córdoba “estamos muy felices de poder reincorporarnos a nuestros respectivos hospitales una vez terminada la cuarentena y poder dar una mano al país que nos dio la posibilidad de estudiar, formarnos y crecer profesionalmente; al fin de cuentas, la mayoría estaba rotando para formarse y capacitarse pero siempre con vistas de volver”.

“¡La sensación de pisar suelo argentino fue hermosa! Después de catorce horas de vuelo creo que el aplauso de ese aterrizaje fue acompañado con suspiros de alivio, algunas lágrimas y sonrisas de saber que estamos acá y listos para ayudar”, cuenta María Belén desde el colectivo que la traslada, junto con los demás profesionales cordobeses desde Ezeiza hasta la Terminal de Córdoba.

“La verdad es que estamos muy agradecidos con el consulado argentino de Suiza y Barcelona por la mano que nos dieron y por priorizarnos. Nos gustaría que llegue a ellos por todos  los medios posibles nuestro agradecimiento. Los vuelos fueron sin cargo para todos nosotros, porque el  vuelo de Zurich a Ezeiza lo pagó el Gobierno suizo que venía a buscar a sus ciudadanos varados en Argentina y para volar de Barcelona a Zurich un empresario argentino pagó un vuelo charter para que pudiéramos trasladarnos. A él también, eternamente agradecidos”, afirma María Belén.

Es que para aprovechar ese vuelo del gobierno de Suiza, era necesario que los médicos varados llegaran hasta Zurich y esto fue posible gracias a un vuelo charter dispuesto a su cargo por Eduardo Eurnekián, dueño de Corporación América, que comprende al operador de los aeropuertos de todo el país Aeropuertos Argentina 2000, entre otros grupos empresarios.

Bernadó detalló que en ese vuelo retornaron “alrededor de 15 profesionales cordobese entre kinesiologos, anestesiologos, cardiólogos, oncólogos, terapistas y pediatras”.

Casi todos ya tienen asignados sus turnos cuando vuelvan a trabajar después de cumplir la cuarentena durante las próximas dos semanas.  “Todos volvimos muy contentos y decididos a reincorporarnos apenas se pueda, listos para dejar rotaciones a un lado a ir a donde el servicio de cada hospital nos necesite porque es un suceso excepcional así que nos obliga a adaptarnos donde sea”, concluye María Belén.

 

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