La reaparición de Cristina Fernández en el escenario político y en el escenario de tomas de decisiones, dejó un sinnúmero de aristas.
Ante esta aparición, Cristina pone en evidencia la influencia que tiene en las decisiones, y el rumbo que le imprime al gobierno nacional.
En su discurso planteó dos puntos significativos: En primer lugar pidió que no se utilice como instrumento político de confrontación, la forma en la que el país combate la pandemia. Pero a su vez, por otro lado, reanudó la idea que propuso hace ya seis meses en La Plata, en la que abordó la necesidad de realizar una reforma integral en el sistema de salud.
La vicepresidenta hizo énfasis en cuestionar el sistema de medicina prepaga, el tercer pilar del sistema nacional de salud luego de los Hospitales Públicos y las Obras Sociales. Este cuestionamiento no solo preocupa a las prepagas en sí, sino también a un aliado histórico del peronismo, el sindicalismo, ya que es quien administra las obras sociales. Con lo cual esta disputa va a generar un frente interno con la coalición sindicalista.
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