Todo sucedió pasado el mediodía del sábado, después de las 13 en una sucursal de Coto en la zona del puerto de Santa Fe cuando una mujer de 48 años que estaba en la línea de cajas para pagar la compra que había realizado, comienza a sentirse mal y le ofrecen una silla para sentarse.
Inmediatamente, activaron el protocolo dando aviso al servicio de emergencia. Sin embargo, su estado de salud comenzó a empeorar. "La mujer se quedó quieta y dejó de respirar", dijo José Fleitas, gerente de la Sucursal al diario UNO Santa Fe.
En el momento de desesperación, los trabajadores comenzaron a preguntar si había algún médico en el lugar y ante la negativa de los clientes Tomás Lupos, uno de los cajeros de 21 años comenzó a realizarse masajes cardíacos. Fueron segundos que pareció una eternidad pero finalmente, la mujer recuperó la respiración. Luego, fue retirada del supermercado en ambulancia
"Hice lo que cualquier persona hubiera hecho", le dijo Tomas al medio local. Comentó que realizó un curso de RCP tiempo atrás, cuando era profesor de basquet.
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