La Justicia de Mar del Plata absolvió a un joven de 21 años que estuvo 19 meses preso y fue enjuiciado luego de ser confundido con un asaltante por un testigo, en la noche en la que había salido a hacer las compras para organizar un asado.
El muchacho había sido señalado como posible participante de un violento asalto con la modalidad "motochorros" al dueño de una agencia de quinielas en la la localidad de Balcarce, aunque finalmente quedó absuelto al no poder establecerse su vinculación con el hecho y fue inmediatamente liberado.
La decisión estuvo a cargo de los jueces del Tribunal Oral 4, Gustavo Fissore, Alfredo Deleonardis y Néstor Salas, según informó el diario La Capital.
La pesadilla para el joven se inició el 24 de febrero de 2018 cuando el agenciero fue asaltado por motochorros en la intersección de las calles 23 y 10, de Balcarce, a 74 kilómetros de Mar del Plata.
Dos delincuentes que circulaban a bordo de una moto abordaron al comerciante en el momento en el que cerraba su local y como el hombre intentó resistirse al asalto, uno de los asaltantes efectuó un disparo con el cual no llegó a herir a nadie.
El damnificado realizó la denuncia del hecho, que comenzó a ser investigado por la Policía.
Se le tomó declaración a varios testigos y uno de ellos dijo que estaba en condiciones de reconocer a los delincuentes.
Al hombre, que se encontraba en el exterior de la agencia de quinielas en el momento del asalto, le exhibieron varias fotografías, entre ellas la de dos jóvenes que realizaron en la noche del atraco compras en un supermercado de la cadena "Toledo", circunstancia en la que reconoció a uno de ellos por la talla y la vestimenta como posible participante en el asalto.
Según pudo ventilarse en el juicio, otros elementos, como el hecho de que los jóvenes que compraban en el supermercado circulaban en moto, al igual que los ladrones, hizo que el fiscal del caso, Marcos Pagella, ordenara la detención de uno de ellos.
El caso llegó el mes pasado a juicio oral y las pruebas exhibidas durante el debate no alcanzaron para probar la culpabilidad del acusado, de acuerdo con los jueces, que no hicieron lugar a la intención del fiscal, de condenar al joven por el delito de "robo calificado por el empleo de arma de fuego".
En el juicio si se pudo esclarecer que el joven que era acusado en realidad se había reunido en la noche del asalto con un primo, en primer lugar en un supermercado de dueños chinos, para comprar hamburguesas, luego acudieron a la sucursal de la cadena "Toledo" para adquirir chorizos y finalmente a la casa del joven, para pedirle pan a su madre, que trabaja en una confitería.
Los jóvenes, tras conseguir los productos, se dirigieron a la casa de la novia del muchacho que estuvo detenido para comer un asado con la chica y una prima.
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