Fiamma fue la última persona que vio con vida a Fernando Báez Sosa, el joven que fue asesinado en la madrugada del sábado por el grupo de rugbiers de Zárate.
La joven es la empleada del kiosco que le vendió un helado a Fernando minutos antes de que fuese atacado.
"Fernando vino a comprar helado y estaba hablando con otro chico de lo que había pasado dentro del boliche", explicó.
En referencia a la conversación que tuvo con el joven asesinado, agregó: "Lo que dijo en el kiosco fue que le habían querido pegar en el boliche y que lo había sacado. Estaba tranquilo".
Al escuchar los gritos de la pelea en la calle dijo que prefirió no salir porque escuchó muchos gritos, pero pudo observar cómo le pegaban a Fernando entre cuatro a cinco personas.
"Cuando terminó todo, salí. La asistencia médica habrá tardado 30 minutos en llegar", recordó.
"Fernando estaba vivo, porque la chica que le hizo RCP dijo que tenía pulso, pero inconsciente. No se movía. No se defendía porque no podía. Me hubiera gustado poder haber hecho algo", concluyó Fiamma.
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